Donación de gametos: cuándo y cómo contarles a los niños.

Cuando una pareja necesita recurrir a un tratamiento de donación de gametos, tanto hombres como mujeres, inevitablemente surgen dudas y temores con respecto a la idea de que no serán sus hijos genéticamente.

Más allá de la incertidumbre que puede generar en los padres, el hecho de cómo y cuándo decir a los niños cuáles son sus orígenes, también es una decisión importante.

En FIV Recoletos sabemos que este proceso no es fácil, por esa razón queremos ofrecerle una serie de recomendaciones a quienes lo encuentren en esta situación.

A continuación tiene un índice con todos los puntos que discutiremos en este artículo.

Índice

Decir o no decir

Los resultados de los estudios científicos son esclarecedores sobre este tema: decirle al niño la verdad sobre el tratamiento de la donación de gametos es fundamental, ya que ocultarlo puede ser un serio conflicto entre padres e hijos.

Hay que tener en cuenta que esta información, aunque también es responsabilidad de los padres que decidieron iniciar el proceso, pertenece a la persona que nació gracias a esta técnica.

Por lo tanto, descubrir que los padres han ocultado dicha información personal puede producir, en muchos casos, un deterioro de la confianza en el entorno familiar.

¿A qué edad es mejor decirlo?

Desde muy pequeños, aproximadamente a partir de los 3 años, los niños comienzan a hacer preguntas a los adultos como "de dónde vienen los bebés" o "cómo nacieron". En lugar de dejar pasar este tipo de preguntas, los expertos recomiendan aprovechar ese momento para contarle al niño cómo llegó al mundo. Hacerlo en esta etapa de tu vida te alienta a asumir este hecho de forma natural y no te resulta extraño cuando seas mayor.

Sin embargo, es importante comunicarlo adaptando las explicaciones a su edad y su capacidad de comprensión y madurez emocional, ya que es un tema que, si se desarrolla técnicamente para los niños, está más allá de su comprensión. También es importante que los padres le digan directamente, y no a otros adultos.

Para esto, la mejor manera de contar es hacerlo a través de historias o historias. A medida que crezca, sus preguntas pueden ser más específicas y es importante adaptar las respuestas a lo que puede entender de acuerdo con su edad y desarrollo.

Cuéntales a los niños a través de cuentos.







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